Yo, todos los días, me despierto en el futuro, cuando llego a la cama suelo estar en el pasado próximo del que solo me quedan, unas veces el entusiasmo propiciado por las noticias agradables, otras tantas o más, la tristeza incubada en situaciones del día que tomaron la vía de la incertidumbre.
Me despierto en el futuro, sé que estoy adelante en el tiempo, contemplo las certezas que puedo afirmar, las nuevas incertidumbres por las que he de cruzar, y ante la misma situación, certeza por lo que conozco, incertidumbre por lo desconocido, parpadeo dando vuelta al reloj para que me deje en el presente ya que en el futuro me sentiré de la misma manera.