Estas esquinas por donde la muchacha se deja besar a esta hora, es temprano para estar fuera de casa, eso piensa una señora que los mira abrazarse, sí, son la cinco y treinta de la mañana, quizá es temprano para todo, y no para besarse, estos parecen haber salido, de afán cada uno, para sorprenderse de haber pasado la noche el uno sin el otro. La estación de autobuses está a cien metros, ahí van a separarse, en esos cien metros públicos no van a tener orgasmos ni a tocarse, en modos que los censores mencionan como explícito, sí tocarse a través de las manos en el rostro, de la boca en la boca y los pechos apretándose.
