Jueves once de febrero en el año dos mil dieciséis del calendario gregoriano. Un amigo publica unas fotografías de hace varios años, la casualidad ronda las fotografías y en ellas aparece una mujer, la única que he amado, la mujer en la que amé a todas las mujeres. Ya he dicho esto de cada mujer que ha sido bien amada en mi corazón y voy a olvidarlo, por ahora, la mujer en las fotografías es todas las mujeres y ninguna, todas por lo ya dicho, y ninguna porque solo pudo suceder en aquel tiempo.
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