Subes a las azoteas en los edificios para estar más cerca de los aviones —insondables.
Te sientas en los andenes a ver pasar los autos —desconocidos.
Estás en los centros comerciales observando a los transeúntes de los pasillos —indefinibles.
Haces fila en la caja del supermercado para pagar con exactitud quirúrgica la compra al cajero de turno —traslúcidos.
Cruzas calles, das vuelta en la esquina, ninguno de los que pasan contigo son compañeros de ruta —insignificancia.
Asistes puntual en los horarios asignados para alquilarte en tiempo, cuerpo y alma —intolerable.
