Me satisface saber que aun tras las ondas de radio, las señales de los celulares, el GPS, los satélites y sus emisiones, puedo ver un azul en el cielo que me convoca a encender el vuelo; me complace que aun tras el ajetreo en la agenda, las líneas de instrucciones en el correo, el asunto que no da tiempo y se pone de primero por ser una emergencia, puedo ver tu sonrisa como un aplauso a mi existencia.
