
Propicia la caricia
Vienes a mi casa, sabes de los guantes en el armario, me hablas de la furia reprimida, de un enojo en la punta de los nudillos, de levantar el brazo y dejar toda la fuerza en el impulso de la mano, entonces, antes de seguir con la conversación vas hasta el lugar que conoces y extraes de él el par de guantes, pides ayuda para … Continúa leyendo Propicia la caricia