De dónde vienen los productos, a dónde van los desperdicios, son preguntas de las que nadie se ocupa, en los noticieros diarios aparecen los valores de las acciones en la bolsa, en la publicidad de las ventanas de los edificios aparece el nombre de la multinacional económica que vende lo que está en los estantes, en el plástico de la tarjeta el nombre de la entidad financiera que hace el pago a la multinacional, en algún bolsillo de la chaqueta el carnet que demuestra la membresía en una compañía, indica en ella el cargo y lugar en la jerarquía de mando, según ella podrá comprar para comer, o vender sangre para comprar.
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