Sin imaginar el dolor

Usted no sabe del dolor que es capaz esta piel, dentro, como una prisión de la que no es sensato mostrar sus habitantes, me cruzan dolores cuyo nombre está cobijado por el tiempo sin medida, duele ahora, dolió antes, y volverá a doler más adelante. Usted me ve entero y yo estoy armado de fragmentos, ahora mismo una savia se descuelga por la sangre y derrota al oxígeno, así no me queda otra cosa que pensar como árbol, y no soy árbol, no sé pensar así, la cabeza me duele, la espalda no encuentra reposo, pero usted, usted me ve entero sin imaginar el dolor que esta piel anuda dentro.

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